#53 El problema de las consolas retro

08.02.2018

  Hace tiempo que comentamos la venta de estas consolas que incluían juegos antiguos para reventar nuestros lagrimales con la nostalgia. Entre ellas figuraban la NES Mini y su secuela, la SNES Mini. Vimos antes y después otros ejemplares como lo fue la Atari u otros ejemplares, pero la idea de todas iban a lo mismo, vender juegos antiguos en una colección - legalmente - inalterable.

  Las consolas retro por lo general venían con todo lo que necesitáramos para hacerla funcionar. En algunos casos lo único que faltaba era el segundo mando si queríamos probar los títulos multijugador. Cabe destacar que los títulos venían almacenados dentro de la consola y como bien mencioné, la mayoría (de no ser todos) tenían la capacidad de comprar o conseguir más, salvo el uso de hacks o similares.

La idea

  ¿Conoces la película Medianoche en París? Como bien indica el título (me encantan esos títulos tan informativos, saben a lo que venimos) vemos a Owen Wilson en París y cada vez que el reloj marca las 12:00, se transporta a un viaje surrealista donde conoce a los grandes escritores de los años 20. La película como tal presenta la fantasía que comúnmente tenemos muchos de volver a una época anterior a la nuestra para explorar sus manifestaciones artísticas y entornos.

Si este film no es nostalgia, no sé qué es
Si este film no es nostalgia, no sé qué es

  Y no es algo tan lejano si pensamos que desde hace mucho existen las tiendas de antigüedades, los discos de vinilo o los cines de estacionamiento. Volver un ratito al pasado puede ser maravilloso. Y ahí radica la idea de las consolas retro, un tanto distante de poder conversar con el autor del Gran Gatsby, pero una forma de viajar al pasado también. Por eso no es de extrañar que a modo general, hayan sido un éxito las consolas retro.

El choque de gigantes

  Ahora bien, vamos por partes en la fórmula: Sabemos que hay gente dispuesta a comprar cajitas tiernas y pequeñas recargadas de nostalgia. Pero el problema viene con los juegos en cuestión, ya que la consola promedio puede superar la cantidad de 1000 juegos y eso solo en los que se reparten a modo internacional, porque los títulos exclusivos para Japón son todavía más. El problema viene con que a todo reventar, no suelen vender más de 30; repito, al menos las versiones legales y licenciadas, recordemos que los juegos viejos cabían en un diskette así que no es por políticas de espacio.

  El asunto entre manos es que si tuviéramos que escoger 30 de los mejores títulos de un mercado X y seleccionarlos entre más de 1000 variables, puede traer sus consecuencias. En primer lugar, sabemos que más de uno discrepará con la lista. Siempre nos encontramos con los comentarios tipo "faltó este" o "es mejor este que aquel otro" y demás. Y sí, si le preguntamos a cada persona del planeta, puede que todos tengan su propio y único top 30. Pero no podemos dejar a todos contentos, pero si podemos abarcar contenido más variado, cosa que como consumidor de la Nes Mini no sentí. Muchos títulos clásicos y buenos estaban, pero me llamaba la atención la increíble cantidad de juegos que contaban con secuelas dentro del mismo repertorio. Las 3 ediciones de Super Mario Bros se entienden por el contenido clásico de los mismos juegos, pero las 6 de Megaman me parecía exagerado. Nada en contra del héroe azul de la época, pero seis veces un juego que ocupaba un espacio disponible para otros faltantes me parece un poco extraño. Es como si incluyera una caja con los mejoras películas de todos los tiempos y solo incluya filmes de un solo director o de un solo género, ignorando todas los otros materiales que pueda armar.

Veredicto

  Vender nostalgia siempre puede ser algo emocionante, la gente lo aprecia (y lo compra) pero traen consigo muchos comentarios negativos y deprimentes. De partida, el de los lame-emuladores tratando de llamar la atención al opinar que pueden descargar todo y más de forma gratuita, en segundo lugar, el de la gente descontenta con la lista de títulos (creo que me incluye de cierta manera) y en tercer lugar, la gente que no le gusta pagar un 100% extra, aunque esto sería solo en países como el nuestro donde el precio de las consolas se disparó a más del acordado. Y lo peor, es que la mayoría de estas razones tienen algo de correcto, es mucho más factible conseguir los juegos antiguos por tu cuenta pirateando el sistema, pero entonces se pierde el factor nostalgia. Porque, viéndolo desde otra perspectiva, podemos descargar las canciones de casi cualquier artista de forma pirata, pero no sería lo mismo que el comprar ese disco negro e incómodamente grande para tu colección. También podríamos descargar las películas más viejas (y un par de troyanos entremedio) pero la sensación de verlas como lo hacían en las mismas películas viejas no sería la misma. Esto sería algo así, no pagamos por un contenido nuevo, todo lo contrario, es la forma más realista de transportarnos a un tiempo distante con un contenido distante.

  En otros artículos menciono que no recomiendo mucho comprar estas consolas y a pesar de que solo es mi visión respecto al tema y una muy negativa, sigue siendo solo un tema de perspectivas y sí de lo que hablamos es de una colección de elementos del pasado siempre puede causar controversia el listado de los componentes que incluye y es porque parece fácil tomar una consola y añadirle juegos ya hechos, pero el problema es que hay que saber armar dicha selección.

Alejandro "Aco" Durney, El Cucco Sabio.

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