#68 ARCADE II: ¿Está todo mal con los teléfonos?

No hace falta tener que mencionar que los smartphones (y tablets) pueden hacer un montón de cosas hoy en día. Anteriormente sólo se trataba de comunicarse y esto solo era posible vía llamada y en ocasiones, textos. Además, tales funciones costaban un ojo de la cara, algo que contrasta con el día de hoy. Esto no es nada nuevo, probablemente salga hasta en los libros de Lenguaje del Mineduc, así como sus defectos: Que nos alejan de nuestros seres queridos; estimulan la procrastinación y hasta que nos vuelven dependientes, como si fuera una droga.
Pero si de algo novedoso se pudiera hablar, sería la famosa pregunta que da origen al 2do combate de nuestro arcade de El Cucco Sabio: ¿Está todo tan mal con los teléfonos?
Empezando por lo estúpido: Muchas apps
Hay muchas apps que más allá de ser expertas en desperdiciar nuestro tiempo (y dinero) no son un aporte muy intelectual a nuestra sociedad. Y hay algunas que incluso pecan de fealdad extrema, como las famosas aplicaciones que se basan en lo bootleg.
La lista de aplicaciones de este tipo es inmensurable, pasando desde Tinder (vamos gente, si alguien está ahí es por algo) hasta las aplicaciones de botones inútiles, las wikis o guías que no sirven y por supuesto, cada basura que se encuentre bajo las 3 estrellas. . .Supongo que por esto nos tienen manía los Baby Boomers.

Redes anti-sociales
Al más puro estilo Día de la Marmota, repetimos nuestra rutina de forma tortuosa con las redes sociales, de forma que vivimos lo mismo una y otra vez. Vemos el contenido repetitivo y a diario, incapaz de evolucionar. Y lo peor es que probablemente proviene de gente que ni conocemos (o peor, nos cae mal) Ni siquiera me refiero en su totalidad a las celebridades, sino que a nuestros supuestos "amigos", aquellos personajes con los que no nos topamos desde hace años pero que seguimos viendo el contenido que suben, de forma que intentamos forzar todavía más ese vínculo. Esto de social no tiene ni la expresión y el que "compartamos" cada acción (o inacción) de nuestras vidas a gente desconocida es brutalmente absurdo. Gente, en serio, a nadie le importa si el profe los dejó afuera por estar 30 minutos tarde. No consiguen nada publicando y la gente tampoco consigue algo leyéndolo.
A este pequeño grupo de gente con una autoestima fluctuante falta la gente que sube fotos con las "vendusiones" de forma pública (o peor aún, creándoles un perfil) y sin escrúpulos, dejándolos vulnerables a que sean vistos por CUALQUIER persona. En una dicotomía absoluta nos encontramos con aquellos padres irresponsables que solo ocupan sus pantallas como medio distractor para sus pequeños durante la MAYOR parte del día, sin siquiera echarle un ojo a lo que están viendo.
Herramienta, así le dicen ahora
Lo dije antes y lo digo ahora, pueden ser una herramienta. Y es que en serio, los teléfonos pueden ser perfectamente una herramienta multifuncional, con todas las aplicaciones que pueden llegar a tener. Desde calculadoras científicas hasta un personal trainer, pero casi nunca la ocupamos para eso. El mayor uso que nosotros le damos alguna vez no es como herramienta, sino que en realidad es algo banal y tonto, pero usamos lo de herramienta como excusa.
¿Es malo entonces?
No es que esté en contra del entretenimiento (sea móvil o no) porque a final de cuentas, esta página es eso también. ¡Pero es que hay veces que ni siquiera entretiene! Y es menos divertido cuando nos volvemos adictos o cuando somos sencillamente idiotas.
Tampoco es la intención de este post llegar a una crítica tecnológica plagiando a Black Mirror, pero si es la idea pensando pensarlo (sé que cuesta) un poco. Con este veredicto no busco un llamado abierto a lanzar el teléfono por la ventana, sino a pensar si lo que hacemos para distraernos está bien y si nos gusta.

Distraerse está bien, pero siempre y cuando se cumpla esa premisa. Usar el móvil no es algo malo, pero esto no significa que todos sus usos están exentos de esta definición. Hay que pensar mejor por qué se usan, en lugar de hacerlo solo por "inercia".
- Alejandro "Aco" Durney, El Cucco Sabio.