#16 ¿Por qué jugamos videojuegos?

¿Por qué podemos? Pregunta pintoresca, ya que en general, el mundo de los juegos de video ha ido cambiando en los últimos años; especialmente ahora que empezaron a surgir títulos cada día más extraños. . . Simuladores, juegos de creación, títulos artísticos, novelas, de todo un poco...
Como bien sabrán, Pong y el resto de estos clásicos era la pintura rupestre del medio, por lo que se abrieron las visiones artísticas con el paso de éste; al tiempo; el videojuego fue tildado de muchas cosas, algunas buenas y otras malas, pero principalmente malas, porque somos morbosos; entre los tópicos destacan: el periodismo, si es deporte, qué si es arte, qué si son violentos, qué si son machistas, satánicos, pro-drogas, responsables de ataques epilépticos, hiper-sexualizados, etc...
Pero además de toda esta rama de discuciones, tenemos que agregar que muchas personas debaten la razón de porque consumen este medio. Obviamente, para gusto, colores, pero últimamente se ha pronunciado mucha gente que asegura jugar a los títulos por la historia, a la par que hay quiénes se niegan a probar algo que posea malos gráficos.
En mi postura, ambas visiones me resultan incompatibles (C̶O̶M̶O̶ ̶L̶A̶ ̶P̶I̶Z̶Z̶A̶ ̶C̶O̶N̶ ̶P̶I̶Ñ̶A̶) ya que el objetivo inicial del juego es...pues jugar. Aspectos como el OST, diseño e historia no me resultan menores, por supuesto, pero en general aunque un juego sea FEO, resultará entretenido mientras esté programado como tal. No trato de decir que los videojuegos de ahora en adelante deban de ser apagados en cuanto a las decisiones artísticas, pero sí qué esta parte del producto no debería de opacar a su respectiva contraparte de la jugabilidad.
Porque en el caso opuesto; un título bello e interesante, pero infumable en el gameplay, resultaría tedioso, a tal punto de preferir leer el argumento resumido en alguna wiki a que continuar con la expedición (sí, aquello fue una hipérbole)
Por lo que la moraleja de este sencillo post del día de hoy es: Jueguen...eventualmente mientras se estén divirtiendo, supongo; ya que para lo demás ya existirá otra excusa.
- Alejandro "Aco" Durney, el cucco sabio.